De aquí al otro lado
Solo de Danza Contemporánea
La búsqueda de un lugar para habitarlo, la necesidad de encontrar una casa, traer al presente los sueños de la niñez, recordar cómo nos imaginábamos ser de grandes. El símbolo de la casa y del no poder entrar en ella no es más que la metáfora de la búsqueda del sentido para saber que dirección elegir. La melancolía de la primavera enfrentada a la tormenta invernal, somos sin duda seres sumamente emocionales, qué podríamos hacer ante nosotros mismos sino dejarnos llevar por el remolino para encontrar en lo más profundo de nuestro ser, la llave que abrirá la puerta de lo inesperado.
Festival de las Artes - mayo 2012
Villa El salvador
La locura es soltar la tensión
entre la vida y la muerte, dejarse llevar al otro lado, cruzar hacia la libertad
total. Ahí uno puede perderse, perder el control de la velocidad, caer en el
mundo atemporal del inconsciente.
Inconsciente significa fuera de
sí, fuera de esta realidad relativa que compartimos. Ocurre que mas bien uno se
encuentra muy adentro de sí mismo, pero este mundo interno es tan vasto como el universo mismo y somos muy pequeños para comprenderlo todo y es peligroso porque
no tiene límites salvo la muerte, es como bailarle provocativamente a la
muerte.
Llega un momento en el que en este
vaivén entre lo real, lo vivo, lo dinámico y en oposición, lo caótico, intenso y agitado, uno pierde de vista el piso, el horizonte y de pronto ya no sabemos en
que dirección volver, ya no sabemos donde identificar las coordenadas, perdemos
el norte, el sentido.
Sucede que es necesario descender
a las profundidades para llegar a nuestra esencia, para vislumbrar la luz que
nos indique el camino de salida, para encontrar las respuestas que necesitamos
responder.
Pero si no somos capaces de
mantener un equilibrio entre el interior y el exterior nos quedamos atrapados
ahí abajo, empezamos un recorrido hacia lo absurdo, lo alrrevesado, lo perverso
lo incoherente.
Si no tenemos la chance de volver, el camino es sin retorno, cada vez mas oscuro, mas denso, nos vamos poniendo
rígidos hasta llegar a lo inerte, lo muerto dentro de lo vivo o lo vivo dentro
de lo muerto que termina carcomiéndonos lentamente.
I Encuentro de ex-alumnos de Danza PUCP
Marzo 2012
Fotos:Prin Rodriguez
Nos atormenta lo irreversible, eso que se nos escapa y que no volverá nunca más. Vivimos en un constante transcurrir del tiempo que se escapa hacia lo irremediable. Una angustia es anticiparse a no poder resolver situaciones delicadas que están a punto de romperse si no actuamos a tiempo. Esta acción de jalar el futuro hacia el presente se empieza a confundir con el pasado grabado en nuestra memoria que rebota también en el presente, potenciando la sensación de desesperación. La locura se genera porque no podemos enfrentarnos al presente, amarramos el tiempo al pasado y al futuro, paralizándolo.
Entreguémonos al transcurrir del tiempo escuchando nuestros ritmos interiores, liberando la mente, permitiendo que se divierta, que juegue.